viernes, 21 de octubre de 2011

La narración V (1)


El tiempo interno en la narración
Sabemos que toda narración cuenta una historia real o imaginaria en la que los hechos suceden en el tiempo. Estos hechos no siempre se presentan en el relato en el orden en que han sucedido. Sabemos sin embargo que la forma más sencilla de contar una historia es empezar por el principio y continuar hasta el final; una narración donde los hechos se presentan cronológicamente, esto es, en el orden en que han sucedido. A este tipo de disposición de los hechos en la narración la llamamos orden lineal. 
En el poema El tejón, de John Clare, los hechos se narran tal como suceden en el tiempo: Primero, la batida en busca del tejón; después, el hallazgo por parte de los cazadores; posteriormente, la persecución, la captura y su muerte. Estamos, pues, ante una narración de orden lineal.

Cuando llega la medianoche, perros y hombres mil
Persiguen al tejón hasta su cubil,
Y ponen un saco en el agujero y esperan con tesón
A que por allí pase el viejo tejón.
Él se pone a escuchar: los hombres liberan al más fornido,
Y el viejo zorro suelta al ganso al oír el sonido.
El cazador furtivo dispara y se aleja de los ladridos,
Y la vieja liebre medio herida huye a saltitos.
Con una horquilla le inmovilizan
Y llaman a los perros y a la ciudad lo llevan.
Y con los perros todo el día lo importunan,
Y sus gritos y risas al mismo puerco asustan.
Corre el tejón y muerde a todo animal o cosa:
Vocean los hombres por la ciudad estruendosa.

Él se vuelve y al fragor se enfrenta 
Y a todo rebelde persigue hasta su puerta.
Más de una piedra le han lanzado,
Cuando lucha el tejón, a todos está enfrentado.
Se llama a los perros a unirse a la refriega,
Pero ante él todos pican de soleta.
Aunque más pequeño y menos brutal,
Se enfrenta a todos los perros y los deja en mal lugar.
El imponente mastín, en la lucha violento, 
Las heridas se lame, y se aleja a paso lento.
El bulldog conoce a su adversario y se queda helado,
El tejón sonríe y fuerte lo tiene agarrado.
A todos ahuyenta, los talones les pisa,
Los muerde en la huida: el borracho se muere de risa.

Asustadas las mujeres se llevan a sus pequeños,
Mientras el canalla azuza para que siga el torneo.
Hacia el bosque va el tejón en torpe carrera
Pero palos y garrotes detienen a la presa.
Pero él de nuevo se ha vuelto y cara ha plantado
Y a los muchos perros con estruendo ha derrotado.
Y de nuevo a cada uno se enfrenta sin miedo
Pero los hombres a todos los canes sueltan al mismo tiempo.
Hombres y niños patean al tejón, medio muerto,
Pero éste aún se levanta y a todos mira ceñudo;
Hasta que ya no puede más y sin fuerzas queda tendido
Y suelta una risita, y luego un gruñido, y ya ha fallecido.


No obstante, no todas las narraciones presentan estructuras temporales tan sencillas. A veces, en las narraciones se insertan cambios temporales rememorando el pasado o anticipando el futuro. Es lo que conocemos como Flashback (el narrador desde el presente recuerda hechos que sucedieron en el pasado que guardan, por lo general, relación con lo que ocurre) y Flashforward (visión anticipada de lo que ocurrirá en el futuro). Estos cambios temporales son recurso muy comunes en el cine y en la narrativa moderna:

1.- Flashback: en el siguiente pasaje de Enceded una hoguera (Jack London) encontramos un ejemplo en el que se aprecia claramente la principal función del flashback, el recuerdo sirve para marca una relación de causa con el presente. El viejo del arroyo de sulfuro dijo que no se podía viajar solo cuando el termómetro marcaba por debajo de los cincuenta grados y al protagonista le viene a la mente en unas circunstancias que en cierta medida confirman el sabio consejo del viejo.
 Importante: Este fragmento es digno de mención porque en un mismo párrafo se producen los dos tipos de alteración temporal.

(Flashforward)Pero el hombre estaba a salvo. El hielo sólo le afectaría los dedos de los pies y la nariz, porque el fuego comenzaba ya a cobrar fuerza. Lo alimentaba ahora con ramas del grueso de un dedo. Un minuto más y podría arrojar a él troncos del grosor de su muñeca. Entonces se quitaría los mocasines y los calcetines y mientras se secaban acercaría a las llamas los pies desnudos, no sin antes frotarlos, naturalmente, con un puñado de nieve. La hoguera era un completo éxito. Estaba salvado. (Flashback) Recordó el consejo del veterano del Arroyo del Sulfuro y sonrió. El anciano había enunciado con toda seriedad la ley según la cual por debajo de cincuenta grados bajo cero no se debe viajar solo por la región del Klondike. Pues bien, allí estaba él; había sufrido el accidente más temido, iba solo, y, sin embargo, se había salvado. Abuelos veteranos, pensó, eran bastante cobardes, al menos algunos de ellos. Mientras no se perdiera la cabeza no había nada que temer. Se podía viajar solo con tal de que se fuera hombre de veras. Aun así era asombrosa la velocidad a que se helaban la nariz y las mejillas. Nunca había sospechado que los dedos pudieran quedar sin vida en tan poco tiempo. Y sin vida se hallaban los suyos porque apenas podía unirlos para coger una rama y los sentía lejos, muy lejos de su cuerpo. Cuando trataba de coger una rama tenía que mirar para asegurarse con la vista de que había logrado su propósito. Entre su cerebro y las yemas de sus dedos quedaba escaso contacto.
2.- Flashforward: A continuación, leeremos el fragmento extraído del cuento de terror Nacido de hombre y mujer, de Richard Matheson. En el observamos como el protagonista desde el presente, harto de las humillaciones y malos tratos recibidos, piensa qué hará en un futuro inmediato para vengarse de sus padres. Estamos, por tanto, ante un flashforward, la anticipación de un tiempo futuro:

Hoy es otro día. Papá puso la cadena apretada. Me duele porque me golpeó. Esta vez le saqué el palo de la mano y después hice ruido. Papá se fue y tenía la cara blanca. Salió corriendo de mi lugar y cerró la puerta con llave. 
No estoy tan contento. Todo el día hace frío aquí. La cadena tarda mucho en salir de la pared. Y estoy muy enojado con mamá y papá. Les mostraré. Haré lo mismo que otro día. 
Primero gritaré y me reiré fuerte. Correré por las paredes. Después me colgaré cabeza para abajo de todas mis piernas y me reiré y echaré verde por todas partes hasta que ellos estén tristes porque no fueron buenos conmigo. 
Y si quieren golpearme otra vez los lastimaré. Sí los lastimaré.


El hecho de que el personaje anticipe un futuro más o menos inmediato no quiere decir que los hechos que vayan a tener lugar en el futuro resulten tal como son expuestos anticipadamente por el narrador de esos hechos. Observemos si no el Flashforward que se produce en la novela de William Goldman La princesa prometida, y contrastémoslos con lo que realmente sucede con posterioridad:

-Sois muy veloz- lo elogio Fezzik.
-Y muy bueno- dijo el hombre de negro.
Volvieron a trabar combate. Esta vez, Fezzik no permitió que el hombre de negro se perdiera en filigranas. Se limitó a agarrarlo, a darle la vuelta una, dos veces, a golpearle la cabeza contra el peñasco más cercano, a propinarle unos cuantos puñetazos, a darle un apretón final por si acaso y a lanzar los restos de lo que había sido humano a una hendidura cercana.
 (Lo que se nos anticipa)

Esas eran sus intenciones.
En realidad, ni siquiera logró superar con éxito lo de agarrarlo. Porque en cuanto Fezzik tendió la gigantescas manos, el hombre de negro se agachó, giró como un remolino, quedó libre y continuó lleno de vida.
 (Lo que sucede realmente)